Los gastos fijos, el virus de los negocios en pandemia

Que la pandemia afectó profundamente nuestras vidas, no es novedad, y mucho se ha escrito sobre el tema. Pero veamos el impacto que tienen los gastos fijos cuando bajan las ventas, o incluso tenemos que cerrar temporalmente.

Los negocios generan ingresos por la venta de productos, pero también gastos. Esos gastos pueden ser clasificados en fijos y variables dependiendo su comportamiento respecto al nivel de actividad y ventas de la empresa.

Los gastos fijos de un negocio o emprendimiento, son los que hay que afrontar todos los meses sin importar si vendimos mucho o poco. Es todo lo que debemos pagar incluso si la empresa permanece cerrada, como les sucedió a las actividades que no son esenciales durante distintos períodos de la pandemia.

Este fue el principal motivo de cierre de tantos negocios, no había ingresos pero los gastos fijos seguían allí, fijos. Los que pudieron subsistir fue a fuerza de préstamos, aportes de capital, consumos de reservas, disminución de stocks, etc.

Así como conocemos nuestra edad, peso y altura, debemos conocer los números vitales de nuestro negocio: las ventas, el margen bruto y los compromisos fijos.

La principal características de los gastos fijos, es su difícil modificación en el corto plazo. Cambiar el monto que abonamos de alquiler, no es imposible, pero generalmente implicará trasladar el negocio a otro local, y ello llevará un tiempo.

Si bien la magnitud de los gastos fijos está determinada por la actividad o rubro en el que trabajamos (un hotel de lujo tendrá mayores gastos fijos que un puesto de revistas), dentro de una misma industria, por ejemplo la gastronomía, la estructura de gastos fijos de un restaurante es mayor y distinta que la de un puesto de comida callejera, y que la de un emprendedor que cocina viandas desde su casa.

En la actualidad, con el avance tecnológico, la posibilidad de una nueva ola del COVID y el vertiginoso cambio en los gustos de los consumidores, debemos tratar de minimizar los gastos fijos, a efectos de tener una mayor flexibilidad para adaptarnos a los cambios.

A pesar de lo que uno pudiera imaginar por su nombre, el monto que se paga por un gasto fijo puede variar mucho de un mes a otro, por ejemplo, para un comercio, la energía eléctrica es un gasto fijo, aunque por el uso de la refrigeración la factura que se paga en el verano sea muy superior a los meses de invierno.

Para conocer los gastos fijos de la empresa primero hay que comenzar haciendo un listado de los mismos.

  • Administración: Monotributo, habilitación municipal, seguros, celulares, honorarios,
  • Local: alquiler, luz, gas, teléfono, internet, gastos de mantenimiento, limpieza, etc.
  • Personal: sueldos, cargas sociales, viáticos, comidas, etc.

Al lado de concepto hay que anotar el importe que pagás mensualmente. Si varía todos los meses, conviene calcular un promedio.

Si aún no comenzaste con tu emprendimiento, este relevamiento también es importante, ya que te indicará cuánto dinero vas a necesitar todos los meses aunque la venta no despegue. Los importes surgirán de revisar los contratos y compromisos que vas a asumir, preguntar a los futuros proveedores, o investigar lo que paga la competencia.

¡Genial! El total del listado es el monto de los gastos fijos de tu empresa. Y lo podrás tener en cuenta para tomar algunas decisiones como: ¿cuántos días podés cerrar e irte de vacaciones? ¿Cuánto tenés que vender al mes para pagar la cuota de la máquina? O si ¿Podés contratar a alguien para que te ayude?

¿No sabés por dónde empezar?

Escribinos un mail a Info@estudiolorda.com.ar y te enviamos una planilla de EXCEL con los gastos fijos más comunes de cualquier emprendimiento.